miércoles, 12 de marzo de 2008

Hombres de Honor



Sábado 17 de octubre de 1998, mediodía, tomé un taxi desde la Universidad de Lima pues tenía un compromiso: "Mi primer partido con la selección del cole", el rival: Los Reyes Rojos.

Llegué caminando hacia la cancha número 2 aproximandome con mi mochila y puesto el buzo de mi querido colegio, el San Julián de Barranco. El partido iba 4 a cero en contra nuestra. El resultado final: un contundente 7 a 0, pero muy aparte del resultado, nos dejó una lección de vida: Nunca debemos rendirnos ante nada ni ante nadie.

El campeonato estaba próximo por comenzar, los ensayos y los preparativos se hacían cada vez más constantes. Yo, para variar, no iba al colegio; pero gracias a la performance del verano que tuve en compañía de Mitchell, quien hizo que perdiera el miedo a la cancha y entre a jugar, hizo que en aquel partido de práctica, jugando de volante por izquierda meta un gol desde fuera del área dejando boquiabiertos a todos los que se acercaron ese día al estado La Unión.

Llegó la convocatoria y grande fue la sorpresa al no verme dentro de los convocados. Ni de suplente del suplente. Mi puesto le fue encargado a un alumno nuevo, procedente del Santa Teresita. Sentí un profundo pesar, pues para muchos ese partido de práctica sirvió para demostrar que sí pude haber estado si quiera entre los convocados.

El grupo, denominado grupo de la muerte, fue el siguiente: (1) San Julián, (2) Los Reyes Rojos y (3) José María Eguren.

El primer choque fue con un 3 a 0 en favor del Eguren y desde ya, ponía en jaque nuestras aspiraciones de llegar a la siguiente etapa. Cabe señalar que sólo pasaban 2 equipos y el próximo rival contaba con jugadores como: Alexander Sánchez, Rinaldo Cruzado, Martín Tenemás, Paolo Guerrero, Wilmer Aguirre y Jefferson "la foquita" Farfán; es decir, un imposible. Aunque valgan verdades, ese hubiera sido parte del equipo de mi despedida como futbolista. Quizá, el de Mitchell también. El destino nos puso en oficinas en lugar de las canchas.

Dino, entrenador de nuestro equipo, decidió no presentarse. Mitchell, capitán del equipo, dicidió tomar la posta de entrenador y convocó gente. Yo me enteré de la noticia el día anterior. Al igual que otros convocados.

Sólo recuerdo algunas partes, creo que la emoción se apoderó de mí y no dejó que recordará con exactitud dicho día. Lo anecdótico fue la convocatoria. Gino y Renzo estuvieron el día anterior en un quinceañero, jugaron con resaca. Johann operado de apendicitis hace una semana atrás. Y así, fuimos de puerta en puerta convocando gente.

El día del partido llegó y yo recién entré en el segundo tiempo por un adolorido Johann. El partido iba en contra de nosotros pero ese segundo tiempo dijimos: Todo comienza de cero. Y así fue. Hubieron jugadas fuertes, "guapeos", roces, todo como en un partido de liga.

El día acabó y dije: "Pude jugar por la selección de mi colegio".

3 comentarios:

A las 12 de marzo de 2008, 13:57 , Blogger M.T.V ha dicho...

Recuerdo, cuando a wally sanchez le dijimos " y tu? ak ien el has ganado? ni sikiera llegaras a jugar" , no solo nos cayò la boca ese dia metiendo un go lde penal con la zurda (su pierna menos hábil), sion que llegó a ser parte del alianza campeon 2007. Pero fuera de eso, fue una muy bonita experiencia. Quizas no estaban los acostumbrados a ser convocados a la selección, pero si estaban los que querian estar, y se sentian orgullosos de llevar el uniforme del colegio san julian.

 
A las 12 de marzo de 2008, 14:14 , Blogger ade ha dicho...

supongo que lo mismo sintió mi hermano, quien al separarse de su banda, empezó una serie de acústicos frente a nosotros, sus mejores amigos. Sabemos que no es tocar propiamente en un bar de miraflores, pero es tocar ante un público. Se logró. orgullo, caray!

Besos, pekeño hombre de honor!

pdta.-puaj con tu cole..! jaja xD

 
A las 12 de marzo de 2008, 15:36 , Blogger Ivonne ha dicho...

Tenías tu coranzoncito futbolero!! eso es bueno jejeje
Bueno, ya me ganaron en comentar con respecto a el orgullo, de hacer algo que sí querías (al menos por una vez) y blah blah blah.. pues bien... que curioso.. has crecido en un cole de tradición y q en tu época conocieras gente que luego se convertiría en algo (por lo menos) conocida.

En mi caso fue así: Yo estuve en 5to de primaria en la banda de música de mi colegio, tocaba el tambor y a veces el bombo, para finales del año ya nos había metido a la banda principal (la de secundaria) para tocar otros instrumentos entre los cuales yo quería la Lira. Por cosas del destino mi madre me saca de la banda en el 6to año. Mi madre muere ese año. Eran casi fiestas patrias y el desfile nacional escolar se solía pasar por televisión, mi colegio participaba con sus batallones y la banda. Era el 27 de julio de 1995. A mi madre se la habían llevado al cementerio, a la edad que tenía no entendía muy bien porqué tenía que acompañarla a su fría morada y verla junto con decenas de pesonas llorando bajo ella. Me quedé en casa y prendí el televisor. Le tocaba el turno al General Prado, mi colegio, que ya había ganado a nivel de todo el Callao. Desfiló con su banda, entre ellas estaba mi amiga Natalia que continuaba en la banda junto a su hermana Sarah, también iba una chiquilla de pelo lacio largo y bonita. Al final dicen los ganadores... y mi colegio gana el concurso nacional. Ganan un pasaje a Cusco con todo incluído, hasta la visita al mismo Machupicchu.

Yo no pude decir "Estuve en la banda de mi colegio en su mejor momento" , porque no lo estuve.

El 29 de julio, en la parada cívico-militar, mi colegio desfiló con paso gallando a cargo de Almeida. Y la banda hizo a un lado la Banda de la policía para tocar sus propios acordes mientas desfilaba la escolta y las demás chicas.

Años más tarde en la secundaria, yo no entré a la banda sino que a veces participé en las marchas, a veces se ganaba, a veces no. Almeida se había ido a otro colegio y la disciplina se fue con él. Por eso el porqué de nuestra inconstancia.

Cuando miraba a la banda... aquella chiquilla de pelo lacio se habpia convertido en una señorita de fina cintura y bonitas caderas. La falda escolar ceñida a su cuerpo así lo dibujaba. Su pelo, lacio y oscuro, denotaban bastante cuidado. Ella tocaba la lira y era una de las chicas más queridas y populares del colegio por esa época. Yo sabía que era especial, pro aún no sabía por qué. Quién iba a decir que luego de unos años la vería en la Tv bailando en un programa y ahora es considerada por los hombres, como una de las mujeres más bellas de la TV. Aunque la fama le haya costado uno que otro escándalo, pero en fin...
Karen Dejo se ganó su lugar en Chollywood, nadie lo duda. Pero a mi me gustaba la Karen de la Banda, junto a su Lira.

 

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